miércoles, julio 25, 2007

Con la costa a popa.

La navegación costera es cómoda y segura: Dando la borda a tierra aprovechando el terral o la marinada se puede ir a todas partes. Pero un día si te llamas marino tienes que virar y dando la popa a tierra salir a mar abierto a buscar los vientos de verdad. Unas horas mas tarde dejas de ver la costa y solo te rodean las olas. Es entonces cuando el marino pisa firme en cubierta y sabe que ha encontrado su destino. Se abandona, confiado, a su pericia y al mar. Nunca se sentirá mas vivo.
Hoy creo haber soltado amarras y enfilado con la proa el vacío, la inseguridad, pero también el orgullo de decir que no a la comodidad , de decir que si a lo que siento.
Ha habido un precio, mejor dicho he hecho a otra persona pagar un precio, su dolor, su abandono, nunca me perdonaré que mi cobardía haya retrasado el fin y le haya hecho concebir esperanzas pero es el precio de no traicionarme de confiar en mi.

Esto lo escribí hace unos días y no lo colgué porque me pareció pedante el falso lenguaje marino.
Pero después lo he leído y he sentido algo parecido al viento en mi cara y creo que si busqué el mar como lenguaje fue por algo.

1 comentario:

Silencio dijo...

Sé perfectamente que has cogido un nuevo rumbo en tu vida, y has arriesgado la seguridad, lo fácil y la tierra firme para adentrarte en nuevas aventuras.

Así es la vida, y así es el Océano de la confusión, pero de una cosa puedes estar seguro, eres un ser respetuoso y solidario con el otro, y sobre todo con los que quieres, a veces hay que tomar partida hacia lugares desconocidos donde puede provocar mucho dolor a los que nos aman, pero no lo haces con maldad simplemente sigues tu destino.

Buen viaje