viernes, octubre 20, 2006

Senderos de Gloria

Las campañas electorales son como el olor de los pedos aunque te escondas su hedor te alcanza igual. Intento permanecer al margen de la nuestra para hacer aun más efectiva mi abstención pero sus disparates me llegan y me horrorizan.

El último es la propuesta de un candidato de gratificar la integración de los inmigrantes con derechos civiles. Por ejemplo: aprenden el idioma y le dan asistencia sanitaria. Los derechos ya no son algo inherente a la persona, algo con lo que se nace si no una mercancía, un premio a la buena conducta.

Y lo curioso es que casi nadie ha dicho nada. Se considera lo normal.

Oyéndolos hablar no me extraña que se niegue el derecho a la vivienda o a un puesto de trabajo que no sea precario o al salario digno. Lo que pasa es que no nos los merecemos porque no nos hemos portado bien.

Junto con esas propuestas todos los candidatos hacen gala de su amor a la patria. “Todo por la patria”, dicen.

Y yo me acuerdo de una película de Kubrick: Senderos de Gloria. Convendría mucho revisarla pues en su momento fue prohibida por el franquismo y después se exhibió como película de "filmoteca". En ella el personaje que interpreta Kirk Douglas al dirigirse a un general que ha sacrificado a sus hombres en su interés personal pero invocando el amor a la patria, le dice: "El patriotismo es el último refugio de los canallas".

miércoles, octubre 18, 2006

Dame un abrazo.

¿Cuanto hace que no pido algo? Un abrazo o un poco de compañía. No lo sé pero es algo que me cuesta. Me corta la posibilidad de ser rechazado, mal interpretado o simplemente ser pesado. Bueno, un día de estos me arreglo. En eso estoy.
Por eso, quizas, para mi lo que hace Amma tiene un gran valor. Nos abraza y cuando estoy comprendido en sus brazos sé que ella sabe que me hacía falta el abrazo y por eso me lo da. Y porque yo he ido alli a recibirlo admitiendo con ello mi desvalimiento, mi necesidad. Ahora entiendo que eso no me disminuye si no que me iguala. ¿Ves que fácil?
Amma viene a Barcelona el 6, 7 , 8 y 9 de Noviembre proximos. Iré. ¿Vendrás?

viernes, octubre 13, 2006

Genocidios privilegiados.

He leído que la Asamblea Francesa ha decidido considerar delito toda alusión que cuestione el holocausto de la nación armenia perpetrado por el ejercito y gobierno turcos. Lo coloca de esa forma a igual nivel que el sufrido por la nación judía. Sin duda en esto tiene mucho que ver la fuerza que en Francia tiene el "lobby armenio" como, no nos engañemos, la fuerza que el "lobby judío" tiene en Hollywood y en el mundo de la comunicación en general se encarga de recordar cuando conviene el horror del suyo.

Ambos genocidios han sido algo horroroso, sin entrar en numero de muertos o de qué nacionalidad eran. Todo genocidio es horroroso.
Por eso el delito tendría que ser no solo negar el judío o el armenio si no negar o ignorar tantos otros ocurridos hace mucho menos tiempo que estos.

¿Tenemos alguna idea de cuantos muertos hubo en el genocidio que perpetraron lo Khmers rojos de Pol Pot en Camboya?. Ocurrió en las postimetrias de la guerra de Vietnam y se admite que fueron 2 millones los muertos (un 20% de la población) y lo fue en gran parte gracias a la ayuda norteamericana. Francia que tiene intereses comerciales en el país no parece tan interesada en el respeto a ese pueblo masacrado.
¿Cuantos fueron los muertos en el genocidio de Ruanda y Congo (entonces Zaire)? Se admite que unos tres millones. Y en este caso países europeos como Bélgica, Alemania o Francia y ¿cómo no? EEUU están implicados pues la zona es la productora del 80% del coltán, mineral imprescindible para la fabricación de nuevos artefactos como los teléfonos móviles.

Podríamos hablar de los genocidios de la guerra de los Balcanes, o lo que esta ocurriendo en Palestina y ¿cómo podríamos llamar a los 600.000 muertos irakies que se calculan desde que Bush invadió el país?. Son casi tantos como kurdos mató Sadam Husein.

Todos están igualmente muertos, y la muerte de uno solo de ellos nos empequeñece a toda la humanidad, nos deshumaniza. Todos aunque solo sea por el silencio o por el olvido somos un poco cómplices.

«Al actuar para terminar con la impunidad y para exigir que rindan cuentas aquellos que intentan sacar provecho de las catástrofes humanitarias y de derechos humanos, como la muerte de aproximadamente tres millones de personas en la República Democrática del Congo desde 1998, la comunidad internacional aún podría hacer justicia al pueblo congolés», ha afirmado Amnistía Internacional.

Pero no todos los pueblos tienen buenos contactos entre las elites de la comunicación o de la tecnología.