martes, diciembre 05, 2006

Pobreza

Ultimamente se han aireado estadisticas acerca de las personas que en mi barrio, el Raval de Barcelona, viven en los umbrales de la pobreza o abiertamente en ella. Son muchas, aproximadamente el 20%. La mayoria son gente anciana que vive sola, con pensiones bajisimas, en pisos muy viejos en condiciones precarias que sus propietarios no quieren mantener o que son abiertamente victimas de mobing inmobiliario. Ninguno de ellos ha venido en patera o tiene rasgos diferentes que sean fotogénicos. Son solo viejos que nacieron alrededor de la guerra civil y que jamas estuvieron preparados para afrontar este mundo. Casi ninguno accede a ayudas, gubernamentales o no. Su error, parece ser, fue el de no morirse a tiempo.

3 comentarios:

Silencio dijo...

Querido Ismael, el hecho de que tú y yo les tengamos en cuenta, creo que es algo muy importante porque con esto les damos un lugar en la existencia.

El reconocimiento que se merecen, porque a modo de penitencia, sufren este olvido para que los demás podamos llegar a ver "cuan miserable puede ser el hombre".

Gracias, en mi nombre y supongo que en el de ellos.

Se feliz

Anónimo dijo...

Hola grumete, me han gustado mucho tus escritos, fue un placer navegar junto con otros grumetes durante un día en la misma embarcación, compartiendo emociones, trabajo, unión, comidas, cena. Y te vuelvo a repetir me encantó tu presentación de quién soy yo hacia los demás. Tus palabras eran naturales, sin nerviosismo. Me notaste nerviosa y lo estaba, pero si me presento yo misma me dejó la mitad de lo que tu dijiste.
Si tengo que decir alguna palabra para definirte sin pensar "naturalidad" y "tranquilidad" eso es lo que me transmitisté el otro día.

Espero que nos volvamos a encontrar en alguna otro pequeño viaje.

Besos,

Ali

Ismael, el grumete del Pequod dijo...

Gracias, Ali. Eso parece ser lo que a veces transmito pero no parece que sea lo que llevo por dentro. A veces hay mar de fondo y otras tempestades. Y lo que es lo peor lo que los marinos llaman un golpe de mar, una emoción que surge incontrolable y te lleva a donde quiere. Dicen que lo mejor es dejarse llevar y esperar a que amaine.
Tu a mi me pareciste una mujer de una gran fuerza. Fuerza para ser muy mujer y fuerza para llevar tu camino en la vida. Nos volveremos a encontrar seguro que Edu es como puerto seguro donde tarde o temprano todos vamos a parar.
Un abrazo